Rincón de experimentos
12. Reproducción asexual
mediante esquejes.
Alumnado 6º B
Parar qué realizamos nuestro
experimento:
A
través de la realización de esta experiencia queremos que nuestro alumnado
conozca y descubra la reproducción asexual de las plantas, es decir, que
aprenda el modo de obtener plantas y que
no sea mediante semillas. Con esta experiencia nuestro alumnado será capaz de
poner en práctica este modo fácil y a su alcance de obtener ciertas plantas que
pueden resultar familiares para ellos. Por ejemplo: romero, lavanda, salvia,
hiedra, geranio, poto, gitanilla…
Aprenderán
que la reproducción asexual en las plantas consiste básicamente en que una sola
planta es capaz de reproducir nuevas plantas que son exactamente igual que
ella. Concretamente, van a reproducir asexualmente plantas por medio de esquejes (tallos).
¿En qué consiste la reproducción
asexual por esquejes?
Esta
técnica de reproducción asexual por esquejes, consiste en introducir en la
tierra un trozo de tallo cortado de una planta
para que eche raíces y desarrolle una nueva planta, exactamente igual que la
planta de la cual cortamos el esqueje.
Ventajas de reproducir por esquejes:
- Realizamos una
actividad que resultará interesante y gratificante para el alumnado.
- Ahorramos dinero en
la compra de plantas y que podemos tenerlas en casa como adorno y
entretenimiento.
- Nos lleva a
aficionarnos y acercarnos al asombroso mundo de las plantas y la
jardinería.
Materiales:
- Plantas de romero y
lavanda
- Tijeras
- Lupas
- Recipientes de
yogur desechables
- Bolígrafo
- Pegamento
- Papel
- Tierra
- Agua
Procedimiento:
Se hacen unas
etiquetas con los nombres de los esquejes de las plantas y se pegan sobre
el recipiente del yogur
Se corta un trozo,
de unos 10 cms, de una rama de la planta de romero o lavanda y se le corta
con las tijeras un poco la parte superior de las hojitas.
Tomamos el
recipiente desechable del yogur y con las tijeras le hacemos un pequeño
agujero en la parte inferior.
Ponemos tierra (turba) hasta la mitad. Después, introducimos la ramita de romero o lavanda y completamos con tierra hasta el borde. Apretamos con los dedos un poco y cuando haya bajado un poco la tierra, estará lista para regar.
Regamos
convenientemente hasta que veamos que sale agua por el pequeño orificio
del recipiente.
Colocamos la maceta en un lugar bien iluminado e iremos regando convenientemente para que no le falte la humedad.
Tras el experimento:
El
alumnado observará y comprobará:
¡Pasado un tiempo tendremos una bonita planta de romero y lavanda!
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