domingo, 31 de enero de 2016

EXPERIENCIA CORTAR PATATAS

Rincón de experimentos
   18. Cortar patatas para siembra





 ¿Qué pretendemos?

Vamos a comenzar con la siembra de patatas en nuestro huerto escolar y se hace necesario que el alumnado conozca los modos y costumbres de cortar las patatas para la misma. Más concretamente, lo que pretendemos es que nuestros alumnos y alumnas sepan que la patata se reproduce de forma asexual. Quiere esto decir, que se utiliza una parte de la planta. En el caso de la patata, es el tubérculo la parte que sirve para reproducirse. Los tubérculos de la patata poseen unas yemas que pueden desarrollarse y originar nuevas plantas gracias a las sustancias de reserva almacenadas que contiene.  



Igualmente, queremos que el alumnado observe y descubra las distintas yemas que poseen las patatas y que de las mismas, brotarán raíces y tallos. Una vez que los alumnos y alumnas descubran dichas yemas, haremos que saber que para la siembra de la patata, no es necesario enterrar bajo tierra el tubérculo entero, sino que con un trozo del mismo, y que contenga, al menos, una yema, será suficiente. Sobre el trozo de patata con una yema, surgirá un pequeño tallo y sus raíces que finalmente, darán lugar a una nueva planta de la patata.



Materiales
  • Patatas de siembra
  • Lupas
  • Caja
  • cuchillo


 ¿Cómo lo hacemos?
Sobre las mesas se colocan patatas de siembra y dejaremos que los niños y niñas las toquen, las manipulen y las observen. Después, con ayuda de las lupas preguntamos sobre lo que ven y que les llama la atención. De manera sutil llevaremos a poner la atención sobre los pequeños brotes y yemas.



Una vez que el alumnado tiene claro lo que son las yemas y las localiza en diferentes patatas, haremos saber que dichas zonas, son el lugar de aparición del brote y raíz que dará lugar a una nueva planta de patata. Haremos contar el número de yemas que posee cada patata que observan. Descubriremos qué patatas contienen más yemas y además, comprobaremos que no tiene nada que ver con el tamaño de la patata.



Seguidamente, hacemos razonar sobre la conveniencia de conseguir trozos de patata conteniendo, al menos, una yema y por tanto, ahorrarnos en número de patatas necesarias para la siembra.

Finalmente, se cortan las patatas en trozos y los alumnos y alumnas observarán y descubrirán si poseen alguna yema y cuántas yemas contiene.

Tras el experimento    

El alumnado ha observado y comprobado: 




·        Que las patatas contienen unas zonas concretas, llamadas yemas, que originan los brotes y las raíces.
·        Cómo son los brotes y raíces de las patatas antes de la siembra.
·        Que las patatas son cuerpos que almacenan gran cantidad de nutrientes y que posibilitan el nacimiento de brotes.
·        Que toda patata tiene varias yemas y que el número de yemas es independiente del tamaño de la patata.
·        Que existen dos zonas de la patata, bien diferenciadas, que contiene mayor y menor número de yemas.
·        Qué para realizar los cortes para obtener los trozos es conveniente comenzar por la parte de la patata que tiene menos yemas y acabar por la parte que contiene más.
·        Que en la parte de la patata que tiene menos yemas, aparece un diminuto apéndice que es el lugar sobre el cual la patata estaba sujeta a su tallo subterráneo.

Conclusión

Hemos comprobado que el alumnado ha sido capaz de distinguir y averiguar las yemas en las patatas y que son capaces de cortar trozos que contenga yemas.



miércoles, 27 de enero de 2016

SIEMBRA ESPINACAS

Los más pequeños estercolan y siembran espinacas.

Alumnado infantil 3 años


Retazos de antaño



Qué tal ha de ser la simiente

… que la simiente principalmente sea nueva, y tal, que aun desde la era para sembrar se escoja y aparte, porque la que de año pasa no es tal, y muy peor la de dos; la de tres muy mala, y la que de alli pasa es vana del todo y estéril, excepto algunas simientes , que por ser viejas son mejores
                                                      Fragmento (Alonso Herrera)


Las espigadoras al atardecer (Jules Bretón)


¡Llegó la hora de las espinacas! 

Para la ocasión, contamos con los más pequeños del colegio, son los alumnos y alumnas de infantil de 3 años. Pero antes de nada, hemos de alimentar la tierra. Escogemos estiércol de caballo que, desde del curso anterior, estaba reservado para estas ocasiones. Enseñamos a los niños y niñas el capazo de estiércol y con la ayuda de tres alumnos mayores empezamos la tarea.

No hay pereza en los pequeños, todo lo contrario, sólo ganas e ilusión. Esparcen el estiércol como si de huertanos y huertanas de antaño se tratara y van dejando el suelo cubierto de una espesa capa de excelente estiércol que le dará vida a las espinacas.

A continuación, comienzan a caer sobre el suelo las semillas de espinacas que van soltando los niños y niñas. La tarea no puede ser más sencilla. Explicamos que como si cogiésemos sal con los dedos y vamos soltándola sobre una ensalada. Todos los niños y niñas aprenden la lección. Inmediatamente, van cogiendo semillas con sus dedos  y las van dejando caer sobre el suelo. Sobre el suelo, queda un sembrado de espinacas que salpica entre estiércol y tierra.

Finalmente, se remueve la tierra, el estiércol y las semillas. Después, las regaderas y a humedecer bien el suelo para que germinen las espinacas.

Recordad:


¡Si quieres tu cuerpo fortalecer, espinacas has de comer!



Motivos para gozar



Pocos son los pasos que nos llevan a ti,


con suave gozo teñiremos tu suelo


de sueños compartidos.


Tantas ilusiones en tan poco espacio,


tan poco tiempo para tanto gozar


Suaves y pequeñas manos 


que dibujan sonrisas en este huerto.


Huerto que te siento y callo,


para sentirte en tu silencio


cuando pasa el tiempo.


Huerto que te siento y callo



lunes, 25 de enero de 2016

SIEMBRA ZANAHORIAS

Faltan, faltan, faltan... ¡las zanahorias!



Alumnado infantil 4-5 años       


Sobre lo escrito



El estiércol de asnos es mejor para las huertas que de ninguna otra bestia, porque comen despacio, y quebrantan mucho la cebada, y por eso cria poca yerba, y tras ello lo de cabras y ovejas, y luego lo de los caballos y muías siendo bien podrido, que si es nuevo, como los caballos tragan la cebada cuasi entera, cria mucha yerba, y por eso es bueno nuevo para los prados
                    Fragmento Del libro IV de “Obra de agricultura”
                                                Capítullo V: De las maneras del estiércol… (Alonso Herrera)




Campesinos (Pintura Edad Media)




MARTES, UN CONEJO EN EL COLEGIO

Habían pasado algunas semanas del inicio del curso, y por sorpresa, detrás de un armario del aula de infantil del alumnado de 4 y 5 años, se había escondido un pequeño conejo.

Durante varios días el pequeño conejo asustado y temeroso, no había salido de su rincón escondido. El griterío y el continuo hablar de los niños y niñas de la clase, lo atemorizaron y no se atrevió a salir.

Pasaron unos días y el pequeño conejo no tuvo más remedio que salir. El hambre y la sed le empujaron a ello. Temeroso por si algún niño o niña lo descubría, el pequeño conejo salió, como siempre salen todos los conejos que sienten miedo. Salió bien despacito y  en silencio. Fue recorriendo el aula en busca de algo que comer, pero por mucho que buscó nada encontró. De pronto… ¡Corrió de nuevo a su escondite! Los niños y niñas que estaban en el recreo regresaban al aula. Y se escondió de nuevo detrás del armario.

Después de un buen rato en el aula,  Lorena, una de las alumnas gritó con fuerza que había visto algo extraño detrás del armario. La maestra confusa, preguntó a Lorena porque gritaba tanto y tan asustada. Lorena corrió hacia su maestra y le dijo que detrás del armario, algo había visto moverse. Inmediatamente, la maestra se acercó al armario y se encontró con la sorpresa. El conejo estaba bien acurrucado entre el armario y la pared.

La maestra se quedó sin saber qué hacer, pero de pronto, metió la mano por detrás del armario y cogió el conejito. Lo sacó fuera y al momento, todos los niños y niñas de la clase se arremolinaron junto a la maestra. Todos querían ver qué tenía la maestra en las manos. ¡Un conejo, un conejo!, gritaron los niños y niñas. Lo habían reconocido. Los conejos son inconfundibles hasta para los niños y las niñas. Y la maestra les pidió que formaran un corro. Había que decidir que hacer con el pequeño conejo.

Sentados en corro, la maestra pidió a los niños y niñas que dijeran que hacer con el conejo. Todos estuvieron de acuerdo. El conejo se quedaría en el aula. A la maestra le pareció bien, pero les dijo que habría que cuidarlo. Estuvieron de acuerdo. Había que procurarle comida y agua todos los días y sobre todo, darle mucho cariño y atención. De pronto, Alicia levantó la mano y dijo que a los conejos les encantan las zanahorias. Entonces traeremos zanahorias de casa dijo uno de los niños. Pero Juan Lucas, se le ocurrió la idea de aprovechar el huerto del colegio para cultivar zanahorias para el conejo. ¡Si, si, si…! Todos los niños y niñas y la maestra estuvieron de acuerdo.
Pero antes de nada, la maestra expuso que había que poner nombre al conejo. Se pusieron a pensar, y fue Fátima quien primeramente se le ocurrió que podrían poner el nombre de Martes. Como hoy hemos conocido al conejo y es martes, podemos llamarle así. Todos estaban de acuerdo.

Ahora nos queda hacer la siembra de zanahorias para poder alimentar a nuestro conejo Martes, siguió contando la maestra. Pero cómo sembrar zanahorias. Maestra, yo puedo preguntar a mi abuelo cómo se siembran, dijo Manuel. Perfecto, Mañana prepararemos todo lo necesario para salir al huerto y hacer la siembra.

Pasaron dos días, y aquella mañana Manuel vino acompañado con su abuelo Tomás. Había traído todo lo necesario. Unas pequeñas azaditas, unos rastrillos, estiércol de caballo para abonar, regaderas y por supuesto, las semillas de zanahoria. Salieron al huerto todos los alumnos y alumnas junto a su maestra y el abuelo Tomás. Salma llevaba en sus brazos a Martes que estaba bien tranquilo.

Ya en el huerto, los niños y niñas se sentaron en un rincón y el abuelo Tomás mostró todas las herramientas y el modo de hacer la siembra. Quedaron mirando al abuelo y comenzó:

Primero vamos a poner estiércol de caballo en la tierra para que las zanahorias crezcan muy, muy, muy  grandes. Después, removeremos la tierra con los rastrillos para que se mezcle bien la tierra y el estiércol. Cuando el suelo esté preparado, iré poniendo un puñado de semillas de zanahoria en vuestra mano y con la otra mano iremos tomando algunas semillas y las iremos dejando caer en la tierra. Una vez que acabemos de poner las semillas en la tierra, pasaremos de nuevo el rastrillo sobre la tierra para que queden enterradas. Para terminar, cogeremos las regaderas para humedecer la tierra sembrada. Cada niño y niña cogerá una regadera, la llenará de agua y regará las semillas de zanahoria.

Todos se sentían felices de la tarea y regresaron al aula, emocionados y sobre todo, con muchas ganas de volver a salir al huerto para ver su siembra de zanahorias.

FIN



En el huerto que era mi huerto



Amo las cosas que nunca tuve


con las otras que ya no tengo.


Yo toco un agua silenciosa


parada en pastos friolentos


que sin un viento tiritaba


en el huerto que era mi huerto.


Lo miro como lo miraba



 me da un extraño pensamiento,

                       Poema: "Cosas de poemas de infantiles" (Eduardo Chirinos)


Miro al huerto y me da un extraño pensamiento.



martes, 19 de enero de 2016

PLANTACIÓN REPOLLO

¿Qué vamos a plantar?¡Repollo, repollo!


Alumnado infantil 3 años


Sobre lo escrito




Poema

También, voy a enseñarte ¡oh mi Silvino!
a cultivar un huerto deleitoso.
Lo primero de todo es que tu huerto,
para ser fértil, se coloque en tierra
pingüe, no pegajosa sino afable,
que no estalle en terrones al labrarla,
mas antes la menuda tierra imite.
                                           
Fragmento (Lucio Junio Moderato Columela)




El canto de la alondra (Jules Breton)

Los más pequeños y pequeñas del colegio se han atrevido a salir al huerto. Los infantiles de tres años. Y cómo dicen los versos de Lucio Junio Moderato Columela. Vamos a enseñaros, ¡oh mis niños y niñas!, a cultivar un huerto deleitoso.

Lo primero será impregnarse del perfume del lugar, donde la ausencia de paredes y techo deja sentir el aire y el sol. Donde no hay mesas ni aún, sillas. Todo ello fue reemplazado por fértiles bancales y un suelo por donde se podrá caminar, brincar y corretear. Sobre este mágico lugar, irá mostrando, cada día, sus enseñanzas la siempre joven, maestra Naturaleza.
Hoy acoged, niños y niñas, en vuestras manos, las tiernas y menudas plantas de repollo que con apenas cuatro hojas, vestirán parte de nuestro amigo huerto. Lo demás, será cuestión de ir regalando el agua y humedad necesaria que calme su sed.

Hoy, las plantas que dejáis en la tierra, serán, después de un tiempo, brillantes y majestuosos cultivos.


En mi huerto deleitoso



 En mi huerto deleitoso


quiero enseñarte su tierra suave 


y su paciente humedad. 


Voy a enseñarte 


las plantas risueñas 


que atraen a gorriones sedientos 


y despiertan sentidos.


Sobre huerto cavado a fina arena



sábado, 16 de enero de 2016

HORTALIZAS DE BULBO

Para saber más




HORTALIZAS DE BULBO: EL AJO Y LA CEBOLLA


Es imposible encontrar un huerto cultivado en el que no encontremos dos hortalizas bastante conocidas. Son el ajo y la cebolla. El cultivo del ajo y la cebolla ha sido y es uno de los cultivos típicos de nuestra huerta molinense, y su importancia procede de su gran consumo en nuestra cocina mediterránea. Ambas hortalizas pertenecen a la familia de las Liliáceas y se les denomina hortalizas de bulbos.


Desgranando ajos
Hortalizas de bulbos significa que la parte del tallo se engrosa y forma un abultamiento donde se acumulan materiales de nutrientes que sirven de reserva para las plantas. Son los bulbos formados por estas plantas las que utilizamos para consumirlos.



La cebolla, cuyo nombre científico es Allium cepa, es un bulbo que se va formando por sucesivas capas y se disponen unas sobre otras, que se van engrosando poco a poco y se vuelven carnosas. Es fácil observarlo cuando
se corta una cebolla. Dicho bulbo, que es la parte comestible de la planta de la cebolla, puede tener formas, tamaños y colores. Así, nos encontramos con cebolla blanca, amarilla o roja y pueden ser de tamaño grande, mediano o pequeño.


Cebollas en el bancalico del Cervantes
En cuanto al ajo, cuyo nombre científico es Allium sativum, es un bulbo que se forma en la base del tallo y forma lo que se llama “cabeza de ajo”. La cabeza de ajo está formada por entre seis y diez  bulbitos pequeños que se les llama dientes de ajo. Cada diente de ajo está separado del resto por una “piel” delgada de color rojiza. Es bien fácil verlo cuando  se desgrana una cabeza de ajos.

Tanto la cebolla como el ajo son originarios de Asia y vienen cultivándose desde hace más de 6.000 años. Desde Asia se extendió a Europa, de donde pasó a América. Están considerados como alimentos y medicamentos.  

En la cocina es imposible prescindir de estas dos hortalizas. A lo largo de la historia el ajo y la cebolla, juntos o separados, han conseguido mejorar el sabor y la calidad nutricional de ciertos platos. Se han utilizado y utilizan para sazonar, guisar, aliñar, saborizar… sopas, ensaladas, carnes, pescados, pastas, potajes, estofados, salsas de todo tipo…Igualmente, son muchas las personas que los consumen crudas.

Plantamos cebolla babosa

Por sus beneficios curativos,  actualmente la cebolla y el ajo están considerados dentro de las hortalizas curativas más importantes, pues destacan por sus cualidades para la salud humana. Son reconocidos sus poderes en la prevención de enfermedades cardiovasculares y cancerígenas.

  1. El ajo se considera un antibiótico natural, fortalece nuestras defensas y destruye bacterias y virus. Nos ayuda a estar siempre fuertes. Si lo consumes en grandes cantidades, es muy eficaz para eliminar infecciones intestinales, pulmonares y de las vías urinarias. Es muy recomendado frente a enfermedades del aparato respiratorio como una gripe, asma, tos o bronquitis.
Cosecha de ajos 

  1. La cebolla es un alimento excelente contra la gripe, protege el hígado y combate úlceras, el asma y la diabetes. Posee propiedades que mejoran la circulación de la sangre, protege contra las bacterias, remedia los procesos inflamatorios y se considera eficaz contra la inflamación de las articulaciones de los huesos.

Los infantiles cosechan las cebollas en el huerto


A lo largo de la historia se han dicho y escrito muchas curiosidades sobre la cebolla y el ajo. Se sabe que los pueblos egipcios, griegos y romanos consideraron la cebolla y el ajo como hortalizas que gozaban de excelentes propiedades terapéuticas. Médicos y naturalistas del mundo antiguo como Hipócrates y Galeno dedicaron su atención a las propiedades del ajo y la cebolla. Herodoto, historiador y geógrafo del siglo V a. C., cuenta que a los esclavos que construyeron las pirámides de Egipto les daban de comer ajos, cebollas, puerros y rábanos para mantenerlos fuertes y sanos. Se cuenta, igualmente, que la cebolla se usaba como antídoto ante el envenenamiento por serpientes.  Virgilio, poeta romano del siglo I a. C., decía que el ajo poseía buenas cualidades para preservar de las picaduras de las víboras. Por su parte Aristófanes, escritor de comedias en el siglo V-IV a. C.,  relata en sus obras que los atletas comían cebolla y ajo para conseguir y mantener fuerzas en las competiciones olímpicas.


Sobre la ajo se dice que lo cura todo.
Sobre la cebolla qué bueno es algo que nos hace llorar.






martes, 12 de enero de 2016

PLANTACIÓN ESCAROLAS

Hola, hola…¡llegó la hora de la escarola!

Alumnado Infantil 5 años


Sobre lo escrito



Romper el amanecer

Verdugo frío de madrugada,
que cala el alma
y hunde la voluntad,
sobre un suelo vestido de blanca escarcha.
Entumecidas las manos,
que se refugian al calor
del astil de la pesada azada.
Golpe tras golpe acompasado,
sacando los torpes tolmos
de las frías entrañas de la tierra
para romper el amanecer.



Campesino (María Julia Álvarez Pesquera)

Siempre acaba la tierra apretándose y siempre acabará soltándose, porque siempre habrá manos generosas que saquen los torpes tolmos de las entrañas de la tierra. Hoy, sobre un suelo de fértil tierra suelta, el alumnado de 5 años con agitado entusiasmo, disfrutaron de una plantación de escarolas.

Qué pronto pasa el tiempo en el huerto, viendo disfrutar a los niños y niñas, cuando tocan y huelen las plantas.

Qué pronto pasa el tiempo en el huerto, sintiendo el rumor de su risa disipándose por el aire, cuando sus manos se ensucian haciendo el hueco para meter la planta en la tierra.

Qué pronto pasa el tiempo en el huerto, escuchando la lluvia cayendo a la tierra recién plantada, cuando los niños y niñas la riegan.

Que el paso del tiempo recupere estos momentos y como brisa sutil los haga renacer en su memoria. Siempre habrá momentos que perseguir y recuerdos por vivir. 



Qué pronto pasa el tiempo en  el huerto




Qué bien huelen los pinos


cuando el sol los calienta


y qué bien pasa el tiempo


persiguiendo nubes en el cielo.


Cuando llegó la lluvia


a la tierra que abras


pregunté al horizonte


si volverás a casa.


Que la brisa peine las encinas


perfume de olas blancas


corriendo atraviesa bajo el cielo


azul de añil.


Qué bien huelen los pinos.


                           Letras: "Qué bien huelen los pinos" (El último de la fila)



Sobre la caliente tierra