miércoles, 27 de noviembre de 2019

PLANTACIÓN DE CEBOLLA


Cabeza blanca y cola verde como la cebolla.”




Alumnado 4ºA





Cultura de jardín (Simon Bening)


Sobre lo escrito






Fragmento: … en paz y buena compañía.

—Aquí trayo una cebolla y un poco de queso, y no sé cuántos mendrugos de pan —dijo Sancho—, pero no son manjares que pertenecen a tan valiente caballero como vuestra merced.

—¡Qué mal lo entiendes! —respondió don Quijote—. Hágote saber, Sancho, que es honra de los caballeros andantes no comer en un mes, y, ya que coman, sea de aquello que hallaren más a mano; y esto se te hiciera cierto si hubieras leído tantas historias como yo, que, aunque han sido muchas, en todas ellas no he hallado hecha relación de que los caballeros andantes comiesen, si no era acaso y en algunos suntuosos banquetes que les hacían, y los demás días se los pasaban en flores. Y aunque se deja entender que no podían pasar sin comer y sin hacer todos los otros menesteres naturales, porque en efeto eran hombres como nosotros, hase de entender también que andando lo más del tiempo de su vida por las florestas y despoblados, y sin cocinero, que su más ordinaria comida sería de viandas rústicas, tales como las que tú ahora me ofreces. Así que, Sancho amigo, no te congoje lo que a mí me da gusto: ni quieras tú hacer mundo nuevo, ni sacar la caballería andante de sus quicios.

—Perdóneme vuestra merced —dijo Sancho—, que como yo no sé leer ni escrebir, como otra vez he dicho, no sé ni he caído en las reglas de la profesión caballeresca; y de aquí adelante yo proveeré las alforjas de todo género de fruta seca para vuestra merced, que es caballero, y para mí las proveeré, pues no lo soy, de otras cosas volátiles y de más sustancia.

—No digo yo, Sancho —replicó don Quijote—, que sea forzoso a los caballeros andantes no comer otra cosa sino esas frutas que dices, sino que su más ordinario sustento debía de ser dellas y de algunas yerbas que hallaban por los campos, que ellos conocían y yo también conozco.

—Virtud es —respondió Sancho— conocer esas yerbas, que, según yo me voy imaginando, algún día será menester usar de ese conocimiento.

Y sacando en esto lo que dijo que traía, comieron los dos en buena paz y compaña. Pero, deseosos de buscar donde alojar aquella noche, acabaron con mucha brevedad su pobre y seca comida.

Capítulo X, primera parte Don Quijote (Miguel de Cervantes)





Aquí trayo una cebolla…






Hoy, Hicimos la primera plantación de cebolla de curso. Explicamos al alumnado que la cebolla fue hace muchos años un cultivo fundamental en la huerta de Molina de Segura.

En los años 40 y 50 del siglo pasado, la cebolla, junto al pimiento de bola, fueron los cultivos que sobresalían en la hermosa huerta de Molina de Segura. Estas plantaciones se realizaban durante el mes de abril y mayo. Para la cebolla mejor el mes de abril que mayo, así nos cuenta un anciano huertano y su antiguo refrán: La cebolla en abril aunque sea como un hilín, pero en mayo, ni aunque sea como la cola de un caballo.




El cultivo de cebolla fue, durante muchos años, fuente de ingresos para muchísimas familias de nuestra localidad.




Hombres y mujeres de cualquier edad, tenían ocupación en las distintas tareas que requería el cultivo de cebolla: la cava con azada de tahúllas y tahúllas de tierra (tahúlla es medida de superficie utilizada en la huerta de Molina de Segura y que equivale a 1.118 m2), la  parcelación de la superficie a plantar mediante la realización de caballones de separación  (caballón es un montículo de tierra que se realiza en el huerto destinado al cultivo  y que se levanta entre dos surcos), el abonado con estiércol, la plantación de la cebolla y el riego inmediato a la plantación, los riegos sucesivos, la limpieza de malas hierbas, recogida de cebolla y enristrado de la cebolla, llamado embrazado de la cebolla en el argot huertano (embrazado es una trenza hecha con los tallos secos de las cebollas).  







A continuación, presentamos al alumnado diversos tipos de plantadores de cebolla, llamadas por los antiguos huertanos, plantaeras. Explicamos las características de esta herramienta, sus diferencias y explicamos mediante la práctica los modos de empleo en la realización de las tareas.






Organizamos la tarea. Formamos dos grupos de dos alumnos. Uno de los alumnos llevará la plantaera e irá haciendo el hoyo en la tierra y dejará enterrada la planta de cebolla y su compañero, le irá dando las plantas de cebolla.







Advertimos al alumnado que si nos encontramos alguna planta de cebolla sin cepellón y con su raíz desnuda y suelta, agarrarán fácilmente y muy bien en el suelo.






Al acabar la plantación, las plantas requieren de agua para su agarre en la tierra. Inmediatamente, se regaron.





sábado, 23 de noviembre de 2019

PLANTACIÓN DE AJOS TIERNOS


“Tan sano es el trabajo como la sopa de ajo”


Alumnado 5ºB



Cosechando granadas ( (Tacuinum Ssnitatis
 -Manuscrito sobre salud-, siglo XIV)



Sobre lo escrito






De unas islas llamadas de los Bienaventurados

 «Gozan de lluvias moderadas y raras y, con unos  vientos suaves y llenos de rocío, ofrecen una tierra muelle y crasa, apta no sólo para ser arada y sembrada, sino que produce frutos que por su abundancia y sabor alimentan sin penas a un pueblo descansado. La igualdad de las estaciones y la suavidad de los cambios hacen reinar en ellas un aire sano; porque los vientos que soplan procedentes del interior de las tierras, por la distancia que recorren, van decayendo y perdiendo fuerza, mientras que los del mar, abrigos y céfiros, portadores de lluvias suaves y moderadas, nutren las plantas con su húmeda bonanza.
 De manera que hasta entre aquellos bárbaros es muy frecuente la creencia de que era allí donde estaban los Campos Elíseos, mansión de los bienaventurados, cantados por Homero».
Plutarco




Plantación firme bonanza









El abuelo Mariano nos regaló dos manojos de cabezas de ajos para sembrarlos en nuestro huerto. Nunca antes habían sembrado ajos, y más aún, ni siquiera sabían cómo hacerlo. Además, les llamó la atención






Les explicamos cómo son los modos y prácticas de la siembra y quedaron sorprendidos. Sobre el bancalico y sentado el alumnado a nuestro alrededor, les comentamos que para sembrar los ajos, necesitamos separar los dientes de la cabeza. Así, sembraremos un solo diente de ajo, y una vez germinado, empezará a desarrollarse para ir engrosándose la base de su tallo, que dará lugar a la cabeza de ajos.






Les hacemos saber que este tipo de ajos se les llama tiernos, porque lo que consumimos es su tallo cuando aún está joven y no se ha desarrollado la cabeza. Algunos alumnos y alumnas comentan que en su casa los consumen, junto a otras verduras, en revueltos y también, salteados. 






Mostramos las cabezas de ajos y aclaramos cuestiones. Las cabezas de estos ajos, las obtienen los huertanos dejando que los ajos tiernos que sembraron, se desarrollen hasta conseguir que alcancen su madurez y poder consumirlos como ajos secos y guardar algunas cabezas para la siembra del año siguiente.






Finalmente, explicamos la tarea de la siembra. Es bien simple, consiste en introducir con los dedos el diente de ajo debajo de la tierra, taparlo con tierra y por último, regar.








Se forman dos grupos de trabajo. Uno remueve la tierra en los bancalicos, mientras que el otro, empieza la siembra. Se intercambian las tareas y al acabar, se riega todo.








Buen trabajo y buena actitud. 






¡Por cierto!...encontraron una lombriz de tierra y fue la protagonista de la sesión.


martes, 19 de noviembre de 2019

PLANTACIÓN ACELGAS


Acelgas benditas, de día tronchos y a la noche hojitas”




Alumnado infantil 5 años



La cosecha de heno (Simon Bening)


Sobre lo escrito





De las acelgas

Las acelgas quieren, y sufren qualquier ayre, mas mejores se hacen en tierras frías. Quieren tierra muy gruesa , y humedas, y muy estercolada, como podrida. Su sembrar de ellas es en su simiente, o de unos cogollos que al pie echan. Puedense bien por Febrero , y dice Columela , que las deben sembrar cuando los granados esten en flor , y aun bien las pueden sembrar por todo el Estío. Hanse de trasponer guando tengan quatro o cinco hojas, y mientras mas veces las traspusieren, tanto serán mejores, y de ellas hay blancas y negras. 

Las blancas son de muy mejor sabor, y mucho mas tiernas, y dicen que se hacen blancas, si quando las trasponen, se embarran las raíces con estiercol fresco.


Capítulo XI, Libro IV“Obra Agricultura” (Alonso de Herrera)    




Sobre tierra gruesa y húmeda






El grupo de infantil 5 años tenía ganas de salir al huerto. Algunos niños y niñas de educación infantil, hace unos días, salieron y la espera se les hizo bien larga. Pero hoy, estamos en el huerto. Huerto y acelgas en un mismo sueño.






El grupo de alumnos y alumnas entró con tanto entusiasmo como júbilo. Sus caras delataban que estaban contentos y que la espera mereció la pena. Les damos la bienvenida y mostramos las plantas. Las observan, pero no comentan nada. ¿Queréis una planta cada uno?, preguntamos. Todos responden que sí. Les entregamos una planta a cada niño y cada niña. Todos la observan. Es una suerte tener entre las manos una pequeña planta con todas sus partes.






Observan el cepellón con las raíces y la tierra que  las cubre, el tallo y las hojas. Para ellos puede ser cualquier planta, lo verdaderamente importante es que las tienen entre sus mano. ¡Son bonitas!, comenta una niña.






Después de la charla es hora de pisar el bancalico y empezar la plantación. Es bien fácil, le decimos. Se trata de poner cada uno la plantita que tiene sobre un pequeño hoyo hecho en la tierra, cubrirlo con tierra y acabar, poniéndole agua. Sin agua es fundamental, sin agua no sobrevivirán.






La tarea no tuvo mayor problema y estuvo magnífica. Los niños y niñas se mostraron bastante motivados y pusieron todas las ganas.






Estamos seguros que las acelgas crecerán con más vigorosidad que nunca. Las manos de estos pequeños y pequeñas huertanas lo garantizan.