miércoles, 30 de enero de 2019

EXPERIENCIA: EL BONIATO

Rincón de experimentos


23. Boniatos





¿Qué pretendemos?

Que el alumnado disfrute de la experiencia de un caso de reproducción asexual. Más concretamente, la reproducción asexual de un tubérculo como es el boniato.



Observarán, igualmente, como los tubérculos del boniato que son los engrosamientos de los tallos subterráneos de dicha planta, durante su desarrollo, han almacenado diversas sustancias nutritivas y a partir de ellos, comprobarán que se formarán nuevas plantas, que a su vez, darán lugar a otros e idénticos tubérculos. Nuevos y riquísimos boniatos.

Materiales


1.  Tres o cuatro boniatos



2.  Unos tarros de cristal

3.  Unos tetra brik desechables de leche o zumo



4.  Unas tijeras

5.  Turba

6.  Unos palillos

7.  Un cuter

8.  Botella con agua


¿Cómo lo hacemos?

Primera opción:

1.  Cortamos un trozo al boniato por la parte trasera (por la que estuvo unido al tallo de la planta).




2.  Sobre un tarro de cristal colocamos el boniato y lo ajustamos con palillos clavados para sostenerlo. De este modo, evitaremos que se nos introduzca por completo dentro el recipiente de cristal (solo quedarán dos centímetros del boniato dentro del recipiente).





3.  Ponemos agua al recipiente hasta que logre tocar un centímetro al boniato. Cada dos o tres días cambiamos el agua.

4.  Sobre un tarro de cristal colocamos el boniato y lo ajustamos con palillos clavados para sostener. De este modo, evitaremos que se nos introduzca por completo dentro el recipiente de cristal (solo quedarán dos centímetros del boniato dentro del recipiente).




Segunda opción:


1.  Tomamos un tetra brik desechable de leche. Cortamos la tapa de la parte de arriba y uno de los vértices de la parte de abajo para que escape el agua sobrante de riego.





2.  Llenamos con turba hasta la mitad del tetra brik.


3.  Colocamos dentro del tetra brik un boniato con la parte trasera (por la que estuvo unido al tallo de la planta) hacia abajo y que asome unos cuatro o cinco centímetros por arriba.




4.  Agregamos turba al recipiente hasta que quede cubierto el boniato. Dejaremos unos dos centímetros sin turba para facilitar el riego.




Colocado el boniato en sus recipientes:


5.  Colocaremos todos los tarros de cristal con sus boniatos y/o los recipientes de tetra brik con sus boniatos,  sobre una bandeja de plástico para cuidar que si se derrama agua no ensucie nada y en lugar soleado.







6.  Cuando alcancen, treinta o más centímetros los tallos brotados del boniato, los cortamos y los cortamos y los llevamos al bancalico.






7.  Sobre el bancalico hacemos un caballón de tierra y colocamos la tubería de riego por goteo a lo largo del caballón. Una vez sujeta la tubería, volvemos a poner más tierra sobre el caballón hasta que alcance unos veinticinco o treinta centímetros de alto. La tubería habrá quedado enterrada dentro del caballón.











8.  Se van cortando pequeños trozos de unos veinte o veinticinco centímetros de tallo de los brotes de boniato.









9.  Con ayuda de una plantadera (la utilizamos para la siembra de ajos y cebolla), hacemos un hoyo e introducimos la mitad del tallo de boniato cortado y rellenamos el hoyo.





10.  Cada veinte centímetros repetimos la operación. Agujero en lo alto del caballón y sobre el mismo, un trozo de tallo de boniato.




11.  Una vez acabado todo el caballón, regamos.






12.  Pasados unos ocho días, arrimamos un poco de tierra más sobre el caballón de los boniatos.




13.  Pasados cuatro o cinco días, como la calor va apretando, damos un riego y arrimamos un poco de tierra a lo alto del  caballón.


14.  A finales de otoño, cuando las hojas de los tallos de la planta del boniato comiencen a amarillear, se cosechan. Para ello, es necesario disponer de una buena azada y con mucho cuidado se van sacando los tallos subterráneos con los boniatos.
















15.  Finalmente, solo queda degustar este singular tubérculo.



Tras el experimento


El alumnado ha observado y comprobado:


1.  Que ciertos plantas de nuestro huerto son susceptibles de poder reproducirlas de manera asexual.




2.  Que los boniatos en presencia de humedad y debido a los nutrientes que albergan producen brotes que darán lugar e tallos de boniato.




3.  Que los trozos de tallo enterrados y en presencia de humedad, pueden enraizar y producir nuevas plantas de boniato.


4.  Que las plantas de boniato cultivadas en el huerto vuelven a producir los mismos tubérculos que empleamos para hacerlos brotar y aprovecha sus tallos y cultivarlos.





5.  La experiencia del boniato nos lleva a conocer el ciclo vegetativo completo del cultivo de este tubérculo.





viernes, 25 de enero de 2019

SIEMBRA AJOS SANJUANEROS


¡Ajos de enero llena el mortero!




Ángelus (Françoise Millet)


Alumnado 4ºB



Sobre lo escrito





De cómo se consideraba al “buen agricultor” en la república romana.

“Más, entre los agricultores se hallan los hombres más fuertes y los soldados más valientes. Y dedicándose a la agricultura es como se consigue la ganancia más digna de respeto, la más estable, la que menos envidias promueve, y, quienes están dedicados a ella, son los que menos traman el mal”

Fragmento De  agricultura (Catón)





Momento para conocer






¿Los conocéis? Todos los alumnos y alumnas saben los que son. ¡Exactamente, son ajos! cabezas de ajos. ¿Pero qué parte de la planta es el ajo?, preguntamos. El grupo se queda pensativo y hay quien se decide y dice…¡la raíz!





Mostramos las cabezas de ajos y hacemos hincapié en la zona de las cabezas por donde crecen las raíces. Los niños y niñas aprenden que las cabezas de los ajos no son raíces, explicamos, que es la parte baja del tallo que durante el crecimiento de la planta va engrosandose poco a poco hasta formar esa forma tan especial a la que llamamos cabeza de ajos y que está formada por muchos dientes de ajo.
Se reparten las distintas cabezas de ajos y con esmero y prudencia, el alumnado va desgranando y sacando los dientes de ajo que después sembraremos en nuestro bancalico. Son los llamados ajos Sanjuanneros que para final de curso podremos cosechar.





Ya en el tierra, explicamos la tarea de la siembra de los ajos. Cada niño y niña y con ayuda de la plantadera irán haciendo unos pequeños hoyos donde introducirán el diente de ajo con la base del mismo hacia abajo. Hacemos saber que no deberán cubrir los hoyos con tierra hasta que finalicemos, de esta forma, no nos quedará espacio de suelo sin sembrar.





Los niños y niñas se divierten haciendo la siembra y se entregan a ello. Una vez el suelo sembrado, el riego no se hizo esperar.








Entretenida labor





miércoles, 23 de enero de 2019

RECOLECCIÓN DE NARANJAS Y MANDARINAS


¡A por naranjas, a por mandarinas!


Un escarchado en la mañana (George Claussen)

Alumnado infantil 3 años



Sobre lo escrito




Huertana

Orgulloso verdor,
frondosa huerta;
aurifico esplendor
y azul de cielo.

Pudoroso candor
quemándose en el fuego
de una noche de amor
de doncellez en celo.

Hermosa hembra huertana;
juncal cuerpo moreno
con ansias de jarana:
en tu alma murciana
de suave terciopelo
quiero enterrar mi alma
cuando entierren mi cuerpo.

Antonio Torres Bernabeu






La más bella estampa






Son las dIez de la mañana y con el ambiente bien frío de una fría mañana de finales de otoño, los naranjos y mandarinos con sus hojas verdes escarchadas nos saludan y dejan, bajo sus frodosas hojas, escapar destellos mojados y anaranjados. Al tiempo, la ilusión y ganas de los más pequeños del cole calientan sus cuerpos y sus manos. Ni más lejos de amedrentarse, se toman su visita al huerto con tanta valentía como entusiasmo. El huerto les induce valor, energía, decisión y ganas por conquistar un tiempo fuera del aula donde sentirse liberados y sorprendidos por lo que les pueda regalar.






Hoy es un día muy especial, realizarán la primera cosecha de naranjas y mandarinas de nuestro cole. Después de dos años de cuidado, mimo y cariño, naranjos y mandarinos son agradecidos con el mayor de sus tesoros por regalar, naranjas y mandarinas.






De las ramas dobladas hasta el suelo por peso, vamos arrancando naranjas y mandarinas y los niños y niñas gozosos dejan sobre una caja que pronto se llena. Después, serán, también, los encargados de regalar a cada una de las aulas de infantil y primaria para que todos las disfruten.






Acabada la tarea, nos despedimos y desaparecen por el patio de recreo camino de su aula.







Delicado grabado