viernes, 8 de junio de 2018

SIEMBRA DE CACAHUETES


Grano a grano: el juego de los cacahuetes



Alumnado 1ºA

Esclavos en trabajos rurales de la antigua Grecia

Sobre lo escrito


Discurso de Escrofa

Análisis de agricultura. Arte y Ciencia.

“Así pues”, dijo Agrasio, “ya que hemos separado las materias que, de la manera que sea, se diferencian de la agricultura, enséñanos de todo lo relativo a la ciencia para cultivar, si es un arte o alguna otra cosa, discurriendo desde la línea de salida hasta la meta”. Mirando Estolón a Escrofa, dijo: “Debes hablar tú, tanto por la edad como por tus títulos y por el conocimiento en que sobresales”. Él, nada pesaroso, dijo: “En primer lugar no sólo es arte, sino también un arte indispensable y grande; y es la ciencia de lo que debe sembrarse y hacerse en un campo y de qué tierra produce continuamente el mayor beneficio”.

Fragmento de “Resrústica” (Varrón)






Llegaron los niños y niñas de 1ºA al huerto. Felices y bien contentos. Junto a ellos, el sol, el aire, la tierra y el agua les esperan impacientes en el huerto y un montón de cacahuetes. ¡Están riquísimos! Se apresura a decir una niña. Es cierto, A todos los niños y niñas les encantan los cacahuetes.

Sobre la calma que regala el huerto, explicamos que lo que vamos a poner en la tierra son las semillas que a ellos tanto les gustan, pero… ¡atención! Estos granos de cacahuetes no están tostados sino que son como los que comen los loros, papagayos… y es que a algunas aves, también les encantan los cacahuetes. Ellas si que saben.

Después, les contamos que si cuidamos bien nuestra siembra de cacahuetes, cuando volvamos después del verano para iniciar un nuevo curso, estarán los cacahuetes casi a punto para sacarlos de la tierra y poder comerlos. Los niños y niñas, lo celebran y se sienten contentos por ello. Ahora hay que comenzar con la tarea de la siembra. Para ello, les explicamos:

·        En primer lugar, debemos hacer su casita donde durante varios meses los cacahuetes estarán e irán creciendo. Para ello, vamos a hacer un caballón de tierra. Hay interés y ganas.





·        A continuación, una vez hecho el caballón de tierra, con una azada, vamos haciendo una pequeña zanja en el centro. Salió perfecto.




·        Después, cada niño y niña con su regadera va regando la pequeña zanja. De esta manera las semillas de cacahuete tendrán la humedad necesaria en la tierra para poder germinar.






·        Acabado el riego de la zanja del caballón, entregamos los cacahuetes a cada uno de ellos para que rompan la cáscara y extraigan los granos y los vayan colocando en la pequeña zanja húmeda del caballón. Alguno de los niños y niñas no resisten la tentación y probaron los cacahuetes. La tarea salió perfecta.





·        Para ir acabando, echamos tierra sobre la pequeña zanja y quedaron enterrados los cacahuetes.




Ahora, solo nos queda seguir cuidando para poder cosechar los cacahuetes después del verano.

Finalmente, nos despedimos del huerto y también, de nuestro espantapájaros.


La escuela de mi niñez



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