domingo, 3 de junio de 2018

LA CASITA DE LOS TOMATES


Construimos la casita de los tomates y nos llevamos el apio



Alumnado 3º B

Aldea en Pentoise (Camille Pissarro)

Sobre lo escrito




Erase una semilla de tomate que el viento llevó hasta el huerto  del colegio Cervantes.

Le gustó la tierra blandita, el calor del sol  y el agua fresca que los niños y niñas le echaban por la mañana.

Poco a poco la semilla se convirtió en una hermosa planta que crecía  y crecía sin parar. Era tan larga que estaba pegada al suelo y eso no le gustaba. Se puso un poco mustia, es decir, triste.

Un día Pepe se dio cuenta y llamó a los alumnos de 3º B para solucionar el problema.

Con cañas  construyeron una casita que parecía una cabaña sin techo. Allí los tomates crecieron alegres y contentos, llenos de nuevas semillas que se llevará el viento.


Grupo 3ºB





Hemos salido al huerto para seguir las tareas que requiere. Hoy nos tocó hacer “la casita de las tomateras”. Colocar cañas para las plantas de los tomates.
En esta ocasión fue el alumando de 3ºB y explicamos que la tarea de poner cañas a las plantas de tomate es necesaria, para que podamos cosechar unos buenos tomates y sobre todo, que no queden dañados.
En definitiva se trata de proporcionar a la planta una guía y sustento para que sus tallos y ramas no queden arrastrando y que sus tomates no se estropeen con el agua de riego y con los pequeños bichitos que están en el suelo. Además, como la planta del tomate crece bastante, evitaremos que pueda invadir otros cultivos que estén en nuestro huerto. También, favorecemos que la planta se airee y que se desarrolle bien hermosa.



Al final de la tarea, todo estuvo bien organizado y los alumnos y alumnas se lo han pasado en grande. Se fueron turnando para clavar en el suelo las cañas. Algunos, necesitaron ayuda para hincar en el suelo la caña, pero con la ayuda todo se resuelve. Después, ataron las cañas horizontales y finalmente, quedó formada “la casita de los tomates” y todas las plantas quedaron con sus cañas que le servirán de sustento y los tomates quedarán libres de caer al suelo.



La magia de la tradición































Comprometidos










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