viernes, 27 de abril de 2018

PLANTACIÓN PIMIENTOS


Temprana mañana para tempranos pimientos




Alumnado 1ºB

 
Primavera y ciruelos en flor (Camille Pissarro)

Sobre lo escrito




Sobre la finalización de la guerra entre Atenas y Esparta:

Trigeo: Oídme, gente: que se retiren los labradores al campo cuanto antes, llevando consigo sus aperos de labranza, y sin lanzas, espadas ni jabalinas, que ya todo aquí está bien lleno de nuestra antigua paz. Vamos, todo el inundo a su trabajo en el campo, cantando el peán.
Coro: ¡Hola, hola, queridísima, qué contentos estamos de tu venida! Abatido me tenía la nostalgia de ti. Un dios me hacía desear meterme en el campo. ¡Tú eras nuestra mayor ganancia, oh diosa añorada, la de todos cuantos la vida del labrador llevamos! Porque solo tú nos ayudas. Muchas cosas nos pasaban antes por tu causa, cosas dulces, amables y gratuitas. Tú eras para los campesinos la cebada tostada y la salvación. Conque las vides, los higos nuevos y todas las plantas te acogerán contentos con una sonrisa.

Fragmento de “La Paz” (Aristófanes)



Llegó el alumnado de 1ºB al huerto. Como no podía ser menos, con tanta felicidad como vitalidad. El sol, el aire, la tierra y el agua, que vendrá, suponen toda una inyección de entusiasmo que se propaga por el huerto.

La sorpresa de hoy la tienen en las plantas de pimientos, pimientos italianos. La variedad, no les dice mucho, pero los pimientos, si. Todos comentan que los consumen y los conocen. De todos los tamaños, formas y colores.

Iniciamos la sesión presentando las plantas del pimiento italiano. Se reparten las plantas para cada niño y niña. Las miran, las tocan y se sienten afortunados. No siempre se tiene la dicha de una planta pequeña en las manos. Los niños y niñas se emocionan y comienza el espectáculo de la observación. Miran con detenimiento toda la planta, se detienen en el pequeño tronco, ramas, hojas… ¡Están bien contentos y satisfechos! 

Observan con detenimiento el cepellón y toda una maraña de raicillas blanquecinas que lo envuelve. Miran la tierra cómo está apretada y sujeta por las raíces. Toco un espectáculo visual… ¡y natural!, y los niños y niñas entregados.

Después de la observación y conocimiento, nos trasladamos a la zona de plantación. Allí, con la tierra bajo sus manos, explicamos la tarea a realizar. Cada uno de ellos va plantando su plantita y para finalizar, la bienvenida agua, que con su generosidad dará vida a dichas plantitas.

La sesión pasa bien deprisa, y a pesar de que las ganas son de continuar allí, regresamos a clase. ¡Otro día será!


Bajo la luz de la alegre mañana

































Preparando el tiempo




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