Rincón de
experimentos
22. La casita
protectora de las
plantas
“Por último, cogimos dos cañas grandes, palitos y una red para construir una casita. La red la sujetamos al suelo con piedras. La casita sirve para que los pájaros no picoteen y se coman las lechugas”
Natalia 4ºA
¿Qué pretendemos?
Nuestro huerto, cada año, se va convirtiendo en un lugar idóneo para visita y paseo de gorriones, mirlos y tórtolas, fundamentalmente. Cada año las visitas y paseos de estas aves por nuestro huerto es más frecuente. El motivo de ello, no es ni más ni menos, que satisfacer su hambre.
Las preferencias para estos “hambrientos” son los tiernos brotes que van apareciendo, con la germinación de las semillas, y las hojas frescas y suaves de las pequeñas plantitas que plantamos. Todo ello, se convierte en el perfecto manjar exquisito para los pájaros.
Ante ello, nos planteamos la necesidad de proteger los cultivos para que las plantas no sufran la acometida de estos pájaros y que puedan ir desarrollándose sin el menor problema y con la mayor de las garantías para que proporcionen el mayor y mejor de sus cualidades.
Materiales
1. Una red plástica. Sus medidas serán:
· Largo, según la longitud del cultivo.
· Ancho: 2 metros
2. Varias estacas (ramas de árbol) en forma de “Y”, de 50 cms de largas.
3. Varias cañas de un metro y medio de largo.
¿Cómo lo hacemos?
Inmediatamente después de una siembra (acelgas, guisantes y rábanos) o plantación de acelgas, cualquier tipo lechuga, brócoli o coliflor, llevamos a cabo la tarea de instalación de “casita protectora de las plantas”.
En primer lugar, clavamos en los extremos de la plantación o siembra dos estacas en forma de “Y”. Después, entre dichas estacas, colocamos otras nuevas y a un metro de distancia de las primeras.
Una vez que las estacas están clavadas en el suelo. Se cogen las cañas y se colocan de manera horizontal sobre las estacas y descansando sobre la forma “Y” de las estacas.
Colocada la estructura, se coge la red y se pone encima y a lo largo de las cañas horizontales.
Finalmente, se pone tierra o piedras sobre la parte de la red que queda en el suelo.
Tras el experimento
El alumnado ha observado y comprobado:
1. Que la “casita protectora de las plantas” es una opción válida para poner freno a las visitas no deseadas de los pájaros.
2. Las plantas reciben toda la luz del sol y siguen un normal ritmo en su desarrollo.
3. Que pasado un tiempo, las plantas que habían sido dañadas por el picoteo de los pájaros recobran su salud óptima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario