viernes, 24 de enero de 2020

LA TORMENTA EN EL BANCALICO


“Gloria” en el bancalico del Cervantes


Sobre lo escrito





De la lluvia

Las nubes, amontonadas y de un gris amoratado, como de tinta desleída, fueron juntándose, juntándose, sin duda a cónclave, en las alturas del cielo, deliberando si se desharían o no se desharían en chubasco. Resueltas finalmente a lo primero, empezaron por soltar goterones anchos, gruesos, legítima lluvia de estío, que doblaba las puntas de las hierbas y resonaba estrepitosamente en los zarzales; luego se apresuraron a porfía, multiplicaron sus esfuerzos, se derritieron en rápidos y oblicuos hilos de agua, empapando la tierra, inundando los matorrales, sumergiendo la vegetación menuda, colándose como podían al través de la copa de los árboles para escurrir después tronco abajo, a manera de raudales lágrimas por un semblante rugoso y moreno.


 Capítulo I de La madre Naturaleza (1887) (Emilia Pardo Bazán) 





Empapando la tierra






















































No hay comentarios:

Publicar un comentario