domingo, 19 de mayo de 2019

HABAS, NÍSPEROS Y PULGÓN VERDE

Habas, nísperos y el pulgón verde


Alumnado 4ºB


La cosecha (Camille Pissarro)



Sobre lo escrito






Fragmento poema

Cuando la golondrina ya en su nido

Al amor y al verano haya cantado:

Entonces de la tierra se repare

La escasez de alimentos con jugosos

Desperdicios y estiércol de ganado

Grande ó pequeño, de cualquiera raza.

Ni desdeñe cargarse el hortelano

Los trabados cestones rehenchidos

De cuanta inmunda escoria los conductos

Arrojan de sus fétidas cloacas.

Con esto han de nutrirse los tablares,

Del tanto procrear desustanciados.

Segunda vez después hiera y revuelque

De la azada con ambos gavilanes

La tierra, que la lluvia habrá cuajado,

Y endurecido las heladas frías.

Yá de los azadones, con los dientes,

Ya con la misma azada, rompa y corte

Del verde césped las vivaces yerbas,

Y los terrones, que reduzca á polvo.



Libro X “Obra agricultura” (Lucio Junio Moderato Columela)







Con las habas bien granadas sobre las manos





Después de siete meses sobre la tierra de nuestro huerto, hoy, hemos cosechado las habas que dejamos para cerrar el ciclo del cultivo de la haba y, así, poder disponer de la buena simiente de esta fabulosa variedad y que aprovecharemos el próximo curso.



Después, las guardaremos las vainas de las habas bien granadas a la sombra y bien extendidas. Esperaremos que sequen bien y, finalmente, las guardaremos para sembrar el próximo curso escolar.














Jugoso sabor naranja





Sobre nuestro huerto de árboles frutales, el atrevido níspero que plantó cara al frío y la escarcha del invierno, floreció el primero y despertando a las abejas con sus blancas y bellas flores, lo polinizaron como regalo de inmemorial amistad.



Hoy, por mayo, sobre sus lustrosas hojas verdes destellan desafiantes los nísperos con su cegadora luz naranja.





¡Un jugoso regalo para nuestro alumnado!






No te escondas…¡Te descubrí pulgón verde!






Después de degustar los dulces nísperos, nos detenemos en paraguayo y el albaricoquero. Hay un brillo sospechoso en las hojas tiernas y ufff…¡Se pegan los dedos al tocar! Miramos por debajo de las hojas y ahí están…¡Los pulgones verdes!










Hay que darse prisa. Vamos a observar con las lupas y fumigar con “Bonagua” (agua con jabón natural).









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