jueves, 13 de diciembre de 2018

RECOGIDA DE MANDARINAS


Mandarinos encharcados y mandarinas… ¡mojadas!



El vendedor de naranjas (Joaquín Sorolla)



Alumnado 4ºB



Sobre lo escrito




De cómo durante los primeros siglos de la República romana, los senadores y los generales cultivaban ellos mismos sus tierras.

“Y lo mismo Gayo Fabricio y Curio Dentado, uno tras expulsar a Pirro de los confines de Italia y el otro tras dominar a los sabinos; ambos, habiendo aceptado las siete yugadas de terreno conquistado que eran repartidas por cabeza, las cultivaron con no menor afán que el que habían empleado en conquistarlas por las armas. Y para no citarlos ahora uno a uno, cosa que está fuera de lugar, puesto que veo tantísimos otros memorables generales de linaje romano que florecieron con este constante doble afán de defender o cultivar las tierras patrias o conquistadas, sólo diré: me doy cuenta de que aquellas primitivas costumbres y aquella vida varonil no son del agrado de nuestro desmedido amor por el lujo y de nuestros refinamientos”

Fragmento De los trabajos del campo (Lucio Junio Moderato Columela)











Al final… ¡comimos mandarinas!








El viernes fuimos al huerto. Primeramente, entramos al almacén a coger una caja y, después, nos fuimos a ver los mandarinos para recoger las mandarinas que estaban maduras. El maestro Pepe nos explicó que, primero, había que girar la mandarina y cortar con unas tijeras, porque si la arrancamos de golpe le quitamos el pezón que la sujeta al tallo y pronto se pudrirá. Walid no hizo caso y cogió algunas mandarinas con el pezón roto y nos las comimos después de recoger las mandarinas. Por último, les dimos unas pocas mandarinas al grupo de 3ºB que había salido al huerto con su maestra Encarna.

Ibrahima






El viernes fuimos al huerto con el profesor Pepe y llevamos tres tijeras para cortar las ramas que sujetan las mandarinas. También, observamos la gran belleza del granado de color verde amarillento.

Cuando comenzamos a coger las mandarinas me daba mucho miedo de cortarme con las tijeras grandes. Le ayudé a Sara, aunque por dentro estaba temblando de miedo por si me cortaba algún dedo con las tijeras que ella tenía.

Al final, nos comimos las mandarinas que le habían quitado la parte de arriba que las sujeta al árbol. Estaban…¡buenísimas! Nos tomamos fotos y volvimos a nuestra aula.

Chaima






El día 16 de noviembre fuimos al huerto con nuestro maestro Pepe. Como la mayoría de los últimos días había estado lloviendo y por poco no fuimos al huerto. Como al final fuimos, yo…¡me alegré!

Al principio, el maestro Pepe  no dijo que íbamos a hacer algo que nunca antes se había hecho en nuestro colegio. Yo estaba impaciente por saber lo que íbamos a hacer. Por fin, el maestro Pepe dijo lo que íbamos a hacer, recogeríamos las mandarinas que estaban maduras.

Cuando empezamos, aparte de divertido, era fácil, y al coger las mandarinas no había que sacarlas con la fuerza porque si no se les rompía la parte de arriba. ¡Todo era muy  divertido!

Luego, el maestro Pepe nos dijo que el próximo día, íbamos a meter las mandarinas en bolsitas para darles a cada clase unas pocas, porque aunque hemos cogido muchas no alcanzarán para todos los niños y niñas . El colegio es gigante y tiene muchos alumnos, alumnas, profesores y profesoras.

¡Me lo pasé muy bien!

Jessi






Fuimos a coger las mandarinas para comer y repartir. Primero, el maestro Pepe nos dio unas tijeras para cortarlas, porque si se despellejaban no aguantarían muchos días ya que se podían pudrir.

Cogimos todas las que había en el árbol y el maestro Pepe nos tomó algunas fotos. Luego, nos fuimos a otro árbol para coger más mandarinas. Después, como había unas maestras con sus alumnos y alumnas en la pista, le dimos unas mandarinas.

Finalmente, subimos a clase y el maestro nos mandó a una compañera llamada Salma y a mí a tomar unas fotos a los mandarinos que aún no tienen las mandarinas maduras.
Sara








Inolvidables y ricas mandarinas





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