jueves, 11 de octubre de 2018

LIMPIEZA

Nuestro primer día en el huerto                        

Alumnado 4ºB


Puesta de sol en Eragny (Camille Pissarro)


Sobre lo escrito





El Gran Khan

Hacia Poniente, lejos del palacio y en una colina, ha hecho levantar una explanada a más de cien pasos de altura y de un perímetro de una milla. Esta colina está cubierta de árboles que no pierden jamás su verdor y están perennemente lozanos. Cuando se mienta ante el Gran Khan un árbol curioso o bello, que se haya visto por alguna parte, lo hace traer por medio de los elefantes, con todas sus raíces y mucha tierra, para plantarle en esta colina. (Y por grande que fuera el árbol lo traería de esta manera.) De modo que posee los mejores árboles del mundo. Las paredes que suben a la colina son de mármoles verdes y malaquita, y así, entre el verde de los árboles y las piedras del mismo tono, todo aparece verde de color esmeralda, y por eso le llaman el Monte Verde. Remata a este monte un soberbio palacio, verde también, y monte, palacio y árboles son tan bellos, que hacen las delicias de la vista. Y el gran señor los hizo construir para regalarse en ellos y complacerse.

                               Capítulo LXXXIV   (Los viajes de Marco Polo)






Primeramente fuimos al almacén a coger las herramientas. Después, fuimos al huerto y formamos dos grupos.

Un grupo quitaba las malas hierbas. Aitor decía que era muy desestresante, porque al golpear se sentía relajado. Entre las plantas aromáticas encontramos una tórtola muerta. Danna decía que el huerto quedaba muy limpio y se sorprendió porque encontró  muchas arañas.

El otro grupo, arrancaba las plantas de pimientos y berenjena que se plantaron el curso anterior. Sara se sentía bien y muy alegre porque el huerto estaba quedando muy limpio y se veía mejor porque estaban quitando las plantas que ya estaban pachuchas y medio secas. Walid se encargaba de llevar las plantas arrancadas a la basura y le encantó mucho la tarea. Tuvo un percance, puso a arrancar una planta y como estaba bien agarrada a la tierra, tiró fuerte, se le escurrió la mano y se fue al suelo.

Víctor, al acabar, estaba algo enfadado por no haber encontrado ni visto ninguna lombriz, pues estuvo pendiente todo el tiempo.

Finalmente, recogimos algunas berenjenas, pimientos y cebolla y nos las repartimos para llevarlas a casa. Aitor se llevó una planta con muchos pimientos rojos.
                                                                
                                                                     Alumnado 4ºB
                                                                                 




Todo, siempre, es diferente
















Plantas y tierra



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