Bienhechor bancalico para renacerte y rehacerte
Sobre
lo escrito
Cuando las
sacras selvas y aun Dodona
como
olvidadas del usual retoño
negaban la
bellota y el madroño.
Con afán
luego cultivóse el trigo
sin lo cual
el anublo su enemigo
pronto lo
devorara
y de
abrojos el campo se erizara.
¿Qué digo?
Desfallecen
las
cosechas, sucumben, desparecen,
la mala
yerba llega
y la
plantada ciega;
y en medio
de las anchas
deslumbrantes,
espléndidas cosechas,
vence de avena estéril tristes manchas
Fragmento
Libro primero Las Geórgicas (Virgilio)
Contemplad
cultivos y cosechas de tomates, pimientos y berenjenas que rechinan con fervor
sobre la abrasadora y estremecedora tierra que un sol feroz e indómito
incendia el corazón del estío.
Contemplad
alborozadores frutos que tocan el suelo con rojos, verdes, amarillos y morados
colores que vuelan hasta al cielo para agradecer al sol su vehemente fuego.
Contemplad
cómo aprovecha el otoño la debilidad de la luz del cielo para agotar y olvidar
los cuidados de la vida.
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