El huerto de Filetas
Encontrándose
Dafnis y Cloe juntos, se acercó a ellos un anciano, vestido con una zamarra,
calzado con unas abarcas de piel sin curtir, con una alforja colgada, y esta
alforja vieja. El anciano, una vez sentado entre ellos, les habló así:
“Yo, oh jovenzuelos, soy el viejo
Filetas, tengo un huerto que, desde que por la vejez dejé de pastorear, con
mis propias manos he cuidado y que me da cada estación todo cuanto traen las
estaciones: en primavera, rosas, lirios, jacintos y violetas de ambas clases;
en verano, adormideras, peras y toda suerte de manzanas. Ahora, vides,
higueras, granados y verdes mirtos. En este huerto vienen a juntarse bandadas
de aves con el alba, unas en busca de alimento, otras para cantar, pues está
a cubierto y sombreado y tres manantiales me lo riegan. Se creería estar
viendo un soto, si se quitara la cerca de piedra”.
Dafnis y Cloe, II, 3,3 (Longo de Lesbos)
|
Miro hacia atrás y encuentro que el tiempo no pasó, ¡Feliz reencuentro!
No hay comentarios:
Publicar un comentario