martes, 28 de enero de 2014

EXPERIMENTO: CORTAR PATATAS PARA SIEMBRA

RINCÓN DE EXPERIMENTOS:

   4.         CORTAR PATATAS PARA SEMBRAR.


Alumnado 5º B 

El experimento de hoy consiste en preparar las patatas para la siembra en nuestro bancalico.

Comentamos al alumnado que en nuestra huerta de Molina de Segura a lo largo del año se hacen dos siembras de patatas, una en el mes de enero y otra en el mes de agosto. La siembra de enero se hace con patatas certificadas (garantizadas que no contienen virosis) que se importan, generalmente de Holanda, Francia,… o de la parte norte de nuestro país, Burgos, País Vasco,… y la siembra de agosto se hace con patatas que se cosecharon en la siembra de enero y suelen escogerse aquellas que tienen un tamaño mediano o pequeño.

Para la siembra de la patata, seguimos contándoles, las patatas se han de cortar en trozos que contengan alguna yema (parte o zona de la patata que dará origen a un brote que será el tallo de la planta que se formará), pues con un trozo es suficiente para que brote una nueva planta. De esta manera, conseguimos un mayor rendimiento en la cosecha de la patata e igualmente, conseguimos poder sembrar y cultivar más cantidad de terreno, que si las sembramos enteras.
  



EL ALUMNADO TOMA NOTA DE LA EXPERIENCIA EN SU DIARIO DE HUERTO







OBSERVAMOS LAS PATATAS PARA DESCUBRIR LAS YEMAS




DESCUBRIMOS LAS YEMAS CON AYUDA DE LA LUPA








PARA SEMBRAR UN METRO LINEAL NECESITAMOS, AL MENOS, SEIS PATATAS



LAS PATATAS CORTADAS QUE CONTIENEN YEMAS PARA GERMINAR





PARA SEMBRAR UN METRO LINEAL NECESITAMOS TAN SÓLO LOS TROZOS DE UNA PATATA 


 ASÍ TRANSCURRIÓ NUESTRO 

EXPERIMENTO.





PARA SABER MÁS



LA PATATA


El origen de la planta de la patata y de su tubérculo comestible queda hoy día establecido, según la evidencia científica, en el año 8000 a.C., en el altiplano andino, aproximadamente en el sur del actual Perú. Durante siglos fue, junto al maíz, las plantas más cultivadas y base en la alimentación de diversas civilizaciones precolombinas.

Tras el descubrimiento de América por Cristóbal Colón en el año 1492, los españoles, entre otros alimentos (maíz, tomate, habichuelas, pimiento,…), introdujeron en España, la patata. Según las crónicas, concretamente, fue hacia 1554, cuando llegó la patata desde Perú a España. Su nombre originario era de papa pero los españoles empezaron a denominarla patata para no ofender a los Papas católicos.

Desde España, empezó a conocerse y cultivarse por el resto del continente europeo. En menos de un siglo, la patata se convierte en elemento importante de la alimentación de las poblaciones de Italia, Alemania, Polonia y Rusia. Pero a partir del Siglo XVII, coincidiendo con la catastrófica Guerra de los 30 años que arrasa y destruye Europa, la patata comienza a cultivarse masivamente en todo el continente para reducir los efectos del hambre. Cómo ejemplo de la importancia de la patata, en nuestro continente, fue que los grandes ejércitos, como el de Napoleón, subsistieron y combatieron gracias al sustento que la patata aportaba. Igualmente, sabemos que entre los años 1.846 y 1.848, la patata sufre la plaga del Mildiu de la patata o también conocido como Tizón Tardío, que enfermó y aniquiló las cosechas de patatas en Irlanda, lo que supuso la muerte de más de un millón de irlandeses y forzó a emigrar a otros tantos. Este hecho se conoce como la Gran hambruna de Irlanda.

La patata tiene más de 200 variedades y se clasifican por su color de piel y de carne, por sus yemas y por su forma y tamaño.

Es el segundo alimento más consumido en el mundo, después del arroz. Muchas de sus propiedades se encuentran en la piel, por lo que si se tienen patatas nuevas, es decir, recién cosechadas, merece la pena cocinarlas con la piel. Con las patatas se puede hacer de casi todo. Se puede freír, hervir, hacer al vapor, asar, hacer sopas, purés, estofados, ensaladas, solas o como acompañamiento de casi todo, se pueden hacer pasteles, dulces, soufflé….

En cuanto al aspecto nutricional, las patatas cocidas o asadas son alimento prácticamente libre de grasas, son fuente de carbohidratos (fuente de energía de nuestro organismo), proporcionan fibra y más aún, en la piel. Nos aportan vitamina C, también, vitaminas del grupo B. Son buena fuente de potasio, también de magnesio y hierro. Son ideales para mantener una tensión normalizada, pues apenas contienen sodio. Son útiles para quienes desean perder peso o evitar ganarlo, eso sí, la patatas fritas no resultan tan recomendables para perder peso. Finalmente, no contienen gluten y por tanto, pueden ser consumidas libremente por aquellas personas intolerantes al gluten (Sustancia alimenticia que se encuentra en el pan, la pasta y mayoría de cereales).

1 comentario: