Para saber más
EL
LAUREL, LA COCHINILLA Y LA NEGRILLA
Es
la una del mediodía y sobre nuestro huerto el sol cae como regalo divino.
Bajo ese mismo sol, el alumnado de 5ºA nos confía sus ganas por ver con qué
les sorprenderemos. Y así será, con una gran sorpresa. Hoy, nuestro huerto se
convierte en un laboratorio y van a tener la oportunidad de experimentar y
conocer. Les hablaremos del laurel, la cochinilla y la negrilla.
El laurel durante la historia ha sido uno de los árboles que más se han mencionado en textos escritos literarios y poemas. El laurel ha sido considerado a lo largo de la historia como señal de sabiduría y prudencia.
Siempre
ha habido y habrá un laurel que custodie un huerto. Un laurel de hojas verde
oscuro que aromatice y hechice las plantas del huerto. Y como en todo huerto,
en nuestro huerto, “El bancalico del
Cervantes”, tenemos dos preciosos y hermosos laureles con sus lustrosas hojas
verdes. Pero de un tiempo para esta parte, se han vuelto de un color negro
que nos llama la atención y nos inquieta.
Sobre ello, llamamos la atención del alumnado para que observen los dos laureles que hay en nuestro huerto. ¿Notáis algo en los laureles? ¿Qué observáis? Pronto, los alumnos y alumnas, aunque están retirados de los árboles, coinciden en que uno de ellos está bastante oscurecido, mientras que el otro tiene un aspecto vigoroso y con sus hojas relucientes. Efectivamente, les comentamos que uno de los árboles está bien hermoso y sus hojas con un bello color verde brillante, mientras que el otro, está bien manchado de un color bien negro.
Seguidamente,
con ramas de laurel sobre las manos de nuestro alumnado, les comentamos que
ese color negro que están viendo es una especie de ceniza negra pegada sobre
el haz de las hojas y que ha sido producido por el hongo de la negrilla,
también llamado fumagina.
La
negrilla es una enfermedad que acaba en plaga causada por dicho hongo. Mientras
los niños y niñas siguen observando y apoyados por lupas, continuamos
diciendo que en el laurel, la negrilla se desarrolla, fundamentalmente, en
hojas, tallos y brotes. Es bastante visible porque casi la totalidad de las
hojas del laurel aparecen cubiertas con un manto de color oscuro y que,
fácilmente, se adhiere a los dedos cuando frotamos las hojas.
Por
otra parte, continuamos diciendo, que la presencia de negrilla aparecida en
uno de nuestros laureles, está ligada a la presencia de una plaga del insecto
llamado cochinilla y que aparece
con anterioridad al hongo de la negrilla.
La
cochinilla es un insecto chupador parásito que se sitúa en el envés de las
hojas del laurel y los tallos tiernos y acaba por alimentarse de la savia. En
su proceso de alimentación, la cochinilla segrega un residuo líquido espeso,
oscuro y dulce como el azúcar llamado melaza.
Ante la presencia de la melaza en las hojas del laurel, surge la negrilla, con
la intención de alimentarse de ella. La negrilla se aloja en el haz de la
hoja y poco a poco va cubriendo toda la superficie de un polvo negro. Ese
mismo polvo negro, es la negrilla.
Mientras
el alumnado sigue observando la negrilla en hojas y tallos sobre el haz de
las hojas del laurel y los restos de la cochinilla en el envés, les hacemos
saber que la presencia de la negrilla en las hojas y tallos del laurel
provoca un grave perjuicio en la
planta. En primer lugar, se aprecia una mala
imagen de la planta en general que hará que desechemos dichas. En segundo
lugar, si el ataque es bastante fuerte puede provocar la disminución del proceso de fotosíntesis y el laurel no
desarrollará con la vigorosidad que nos gustaría, es decir, el crecimiento
del laurel disminuirá.
Después,
explicamos la tarea que vamos a hacer
contra la plaga de negrilla:
1. Primeramente, haremos uso de una poda para eliminar las ramas que
están más afectadas por la negrilla.
2. En segundo lugar, haremos varias fumigaciones con una mezcla de agua y jabón natural (Bonagua). Será conveniente empapar bien los tallos y las hojas que están afectadas por la negrilla. |
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