SIEMBRA DE CALABACÍN Y COSECHA DE HABAS

SIEMBRA CALABACÍN Y COSECHA DE HABAS 

                                                                                      

ALUMNADO: 5º B

Estamos a las puertas de la primavera y ya empezamos a sembrar y plantar hortalizas propias de la época. Hoy nos tocó sembrar calabacín.

La siembra es bien sencilla, además, los alumnos y alumnas que hoy salieron al huerto, ya conocen el proceso de siembra de ciertas hortalizas, así que, no tendrán problema para hacerlo.

En primer lugar mostramos las semillas de calabacín y observan que se asemejan mucho a las semillas de calabaza, en realidad, tanto calabaza y calabacín, junto con otras hortalizas como pepinos, melones o sandías, pertenecen a la familia de las cucurbitáceas. El nombre les resulta bastante extraño y difícil de pronunciar, pero empiezan a decirlo y pronto lo hablan perfectamente.

Después, preguntamos si creen saber como sembrar los calabacines. Pronto, Mohamed se adelanta y dice: se hace un hoyo en la tierra y se colocan las semillas.

Susana le ayuda, hay que poner turba en el hoyo y encima se colocarán las semillas. Les decimos que vamos a poner tres semillas en cada hoyo. Igualmente, les hacemos saber que las plantas del calabacín suelen crecer bastante y ocupan bastante espacio, por tanto, con el fin de que no interrumpan las zonas de paso de nuestro huerto, las sembraremos en el centro de uno de los bancalicos. Además, tan sólo plantaremos ocho golpes u hoyos de calabacín, pues requiere que, al menos entre golpe y golpe, haya medio metro de separación.

Preguntamos qué haremos al final de la siembra. Todos coinciden: ¡Regar! Comentamos al grupo de niños y niñas, que es preciso que las siembras tenga la suficiente humedad para que germinen las semillas, por tanto, estaremos al tanto para que no le falte esa humedad requerida.

Así fue la siembra del calabacín

Después de la siembra de calabacín, como nos quedó tiempo, estuvimos viendo las distintas plantaciones de nuestro huerto. Todos en este momento dijeron,….¡Vamos a coger las habas! No quedó otra alternativa, nos fuimos al bancalico de las habas, y después de recordar la manera de cómo cosecharlas para que no se dañen los tallos al cogerlas, se pusieron, ellos solos, manos a la obra. La cosecha de las habas fue espectacular. Todos cogieron bastantes y con todas ellas, nos fuimos a clase para repartirlas entre el resto de los compañeros y compañeras.

Veamos la película de la cosecha de habas.