ABONANDO CON ESTIÉRCOL DE CABALLO.
ALUMNADO 6ºB
En primer lugar informamos al alumnado de 6º B que las plantas de nuestro huerto requieren de un aporte de nutrientes. Se hace preciso abonarlo y para ello, hoy, vamos a conocer un nuevo abono natural y ecológico: estiércol de caballo.
Explicamos que el estiércol de caballo viene utilizándose desde hace ya, muchísimos años y que hoy día, se está recuperando su uso en los huertos ecológicos.
Cuando volcamos estiércol de caballo sobre un capazo, al verlo el alumnado, siente un poco de repugnancia y asquerosidad. De inmediato, metemos la mano en el estiércol, mostramos las boñigas que forman el estiércol de caballo y las desmenuzamos. Pronto, Tamara, Blanca, Mateo, Adrián,…son los más atrevidos, comienzan tocar y romper las boñigas. Otros son más reacios y siguen sintiendo repulsión hacia el estiércol de caballo.
Seguidamente, les enseñamos como ir abonando la tierra y sus plantas y finalmente, todo el grupo se muestra entusiasmado con la tarea de abonar nuestro huerto.
Para saber más
Desde la antigüedad el ser humano se dio cuenta que las tierras destinadas a los cultivos, poco a poco se empobrecían a causa de las continuas cosechas. De tal forma era así, que cada año que pasaba los cultivos, en el mismo suelo eran de menor calidad. Ello, era debido a que los suelos iban perdiendo minerales y otros nutrientes necesarios para que los cultivos se desarrollen en óptimas condiciones y que den lugar a cosechas extraordinarias.
Hemos de saber que el huertano no alimenta las plantas que cultiva en sus huertos, lo que si hace es alimentar la tierra que sirve de suelo a sus cultivos y los millones de microorganismos que en ella viven. Esos millones de microorganismos son los encargados de alimentar las plantas que se cultivan en los huertos. Así por poner un ejemplo, en un simple gramo de estiércol puede haber millones de microbios que son imprescindibles para hacer que esa tierra que contiene estiércol sea de excelente fertilidad. Eso lo saben los huertanos desde hace muchísimos años y por eso suelen estercolar sus huertos con el fin de aportar al suelo el máximo de nutrientes que hagan una tierra sana y fértil y sobre la cual crezcan a su vez, plantas sanas, vigorosas y productivas.
De vuelta en los viejos tiempos de la agricultura, antes de 1940 para ser exactos, la mayoría de las personas utilizaron estiércol animal como su principal fertilizante. Mientras que el estiércol ha sido sustituido por fertilizantes sintéticos como el fertilizante principal para los jardineros, eso no significa que las ventajas de ese estiércol como fertilizante y enmienda del suelo ya no se apliquen.
Uno de los tipos de estiércol animal que más se ha utilizado es la boñiga (excremento de animal) de caballo. El abonar con estiércol de caballo puede proporcionar al suelo de nuestro huerto los siguientes beneficios:
1. El abono de estiércol es más fácil de manejar que otros tipos de estiércol.
2. El abono de estiércol es más fácil de manejar que otros tipos de estiércol.
3. El abono es un gran acondicionador del suelo.
4. Aporta materia orgánica.
5. Mejora la estructura del suelo, el desagüe y la retención de agua.
6. Proporciona nutrientes para fertilizar el crecimiento de la planta.
7. Reduce el riesgo de contaminar el agua superficial y el agua subterránea.
8. Reduce los malos olores.
9. Su empleo excesivo no causa ningún daño a las plantas ni al medio ambiente.
10. Facilita que se acumule el agua en el suelo y por tanto, hay menor necesidad de regar.
11. No huele ni mancha.
12. Proporciona que las flores de las plantas tengan mas color y sus frutas tengan más sabor.
SEMBRANDO VERSOS
Era un niño que
soñaba
un caballo de
cartón.
Abrió los ojos el
niño
y el caballito no
vio.
Con un caballito
blanco
el niño volvió a
soñar;
y por la crin lo
cogía...
¡Ahora no te
escaparás!
Apenas lo hubo
cogido,
el niño se
despertó.
Tenía el puño
cerrado.
¡El caballito voló!
Quedóse el niño muy
serio
pensando que no es
verdad
un caballito
soñado.
Y ya no volvió a
soñar.
Pero el niño se
hizo mozo
y el mozo tuvo un
amor,
y a su amada le
decía:
¿Tú eres de verdad
o no?
Cuando el mozo se
hizo viejo
pensaba: Todo es
soñar,
el caballito soñado
y el caballo de
verdad.
Y cuando vino la
muerte,
el viejo a su
corazón
preguntaba: ¿Tú
eres sueño?
¡Quién sabe si
despertó!
Antonio Machado
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